Foto: Ximena Esteve |
La noche del 8 de julio se vivió en Murcia un encuentro inolvidable. Roger Hogdson, más conocido por ser uno de los fundadores de Supertramp (y su característica voz) asistía a la plaza de toros para ofrecer un espectáculo privilegiado. Ya se notaba en el ambiente que iba a ser algo especial. El público estaba formado en su mayoría por fans de Supertramp, y eso permitió que Hogdson conectara enseguida con la gente.
El set del concierto, que duró más de dos horas, combinaba canciones míticas de Supertramp con otras de la carrera en solitario de Hogdson que, si bien eran menos conocidas, no bajaron el nivel del espectáculo en ningún momento.
El show se abrió con Take the Long Way Home, un tema de Supertramp que sirvió para demostrar al público que aquello iba a ser algo grande. Tras esta primera toma de contacto, Roger Hogdson se presentó ante la gente y demostró que seguía teniendo mismo carisma que antes. A continuación, empezaron a tocar School, una de las canciones del mítico Crime of the Century que tuvieron lugar en el setlist. Tras un comienzo fuerte, continuó con dos canciones de su trayectoria en solitario: In Jeopardy y Lovers in the Wind.
Después vino Along Came Mary, otra canción de su carrera en solitario. Y tras esta, bromeó con las licencias que le gustaba tomarse en los conciertos, y decidió que se saltaría el setlist que había preparado, para ofrecernos una gran interpretación de Lady, de Supertram.
A lo largo del espectáculo fue alternando entre grandes éxitos de Supertramp y temas suyos en solitario. Si buen en las más famosas el público coreaba los estribillos, cuando tocó otras menos conocidas la gente se paraba a escuchar y a conocer estas canciones, que en absoluto eran más flojas o peores.
Uno de los momentos culmen del concierto fue el cierre de la primera parte con la enorme The Logical Song.
Tras un descanso de 15 minutos, Hogdson y su grupo volvieron con las fuerzas renovadas. Aún quedaba espectáculo de sobra, en una segunda parte que fue casi más antológica que la primera, y eso que era difícil de superar. La abriría su canción en solitario Had a Dream, y luego prácticamente todo lo que vino ya fue de Supertramp.
Esta sucesión de canciones comenzó con Babaji (famosa por formar parte del disco Even in the Quietest Moments), Lord is it Mine y Child of Vision (ambas del Breakfast in America). A estos temazos les seguiría otra canción de Roger Hogdson, en este caso la balada Love is a Thousand Times.
Y después de esto, ya llegó la traca final. Tocaron Don't Leave Me Now (del Famous Last Words) seguida de Dreamer (perteneciente al impresionante disco Crime of the Century) y Fool's Overture para terminar (del Even in the Quietest Moments).
Pero si la cosa ya podría haberse quedado ahí y ser maravillosa, todavía faltaba la guinda. Tras marcharse del escenario entre aplausos y gritos de "¡Otra!", volvieron y tocaron tres canciones más. Y vaya final. Two of us, Give a Little Bit y, por último, It's Raining Again fueron las tres elegidas para terminar un show que no había dejado indiferente a nadie.
Murcia vivió aquella noche una ocasión única de presenciar un espectáculo apasionante, y de escuchar música en estado puro. Fue un auténtico placer poder vivir aquello, y escuchar lo bien que sonaba cada instrumento. Roger Hogdson, además de mantenerse en una forma estupenda, se ganó enseguida al público. Lo único que podría haber hecho que fuera aún mejor habría sido que tocaran Bloody Well Right, pero claro, no se puede pedir todo.
A estos temas les seguiría un bombazo indiscutible del grupo: Breakfast in America, que hizo que la gente lo diera todo y se animara a cantar.
Después vino Along Came Mary, otra canción de su carrera en solitario. Y tras esta, bromeó con las licencias que le gustaba tomarse en los conciertos, y decidió que se saltaría el setlist que había preparado, para ofrecernos una gran interpretación de Lady, de Supertram.
A lo largo del espectáculo fue alternando entre grandes éxitos de Supertramp y temas suyos en solitario. Si buen en las más famosas el público coreaba los estribillos, cuando tocó otras menos conocidas la gente se paraba a escuchar y a conocer estas canciones, que en absoluto eran más flojas o peores.
Uno de los momentos culmen del concierto fue el cierre de la primera parte con la enorme The Logical Song.
Tras un descanso de 15 minutos, Hogdson y su grupo volvieron con las fuerzas renovadas. Aún quedaba espectáculo de sobra, en una segunda parte que fue casi más antológica que la primera, y eso que era difícil de superar. La abriría su canción en solitario Had a Dream, y luego prácticamente todo lo que vino ya fue de Supertramp.
Esta sucesión de canciones comenzó con Babaji (famosa por formar parte del disco Even in the Quietest Moments), Lord is it Mine y Child of Vision (ambas del Breakfast in America). A estos temazos les seguiría otra canción de Roger Hogdson, en este caso la balada Love is a Thousand Times.
Y después de esto, ya llegó la traca final. Tocaron Don't Leave Me Now (del Famous Last Words) seguida de Dreamer (perteneciente al impresionante disco Crime of the Century) y Fool's Overture para terminar (del Even in the Quietest Moments).
Pero si la cosa ya podría haberse quedado ahí y ser maravillosa, todavía faltaba la guinda. Tras marcharse del escenario entre aplausos y gritos de "¡Otra!", volvieron y tocaron tres canciones más. Y vaya final. Two of us, Give a Little Bit y, por último, It's Raining Again fueron las tres elegidas para terminar un show que no había dejado indiferente a nadie.
Murcia vivió aquella noche una ocasión única de presenciar un espectáculo apasionante, y de escuchar música en estado puro. Fue un auténtico placer poder vivir aquello, y escuchar lo bien que sonaba cada instrumento. Roger Hogdson, además de mantenerse en una forma estupenda, se ganó enseguida al público. Lo único que podría haber hecho que fuera aún mejor habría sido que tocaran Bloody Well Right, pero claro, no se puede pedir todo.
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