Ya desde pequeño, le encantaba la música y realizaba pequeños trabajos para distintos grupos cuando era un adolescente. Fue en 1971 cuando se unió al grupo Hawkwind, en principio como algo provisional. Pero su estilo y su voz gustaron tanto a la banda que llegó a estar durante cuatro años.
Sin embargo, de Hawkwind no salió precisamente muy bien. Tuvo muchas peleas y discusiones con el resto de la banda, así que se marchó y fundó su propio grupo. En principio, el nuevo nombre de la banda sería Bastard, pero su mánager le dijo que con ese nombre iba a estar difícil que salieran en la radio o televisión.
Así pues, Lemmy decidió cambiar el nombre del grupo por Motörhead, junto al guitarrista Larry Wallis y el batería Lucas Fox. Sus comienzos fueron muy duros, ya que realizaban un estilo totalmente nuevo y que costó que llegara al público. Además, tanto Wallis como Fox abandonaron la formación, y entraron en su lugar Eddie Clarke y Phil Taylor. Fue con esta formación la que se dio a conocer la banda, por lo que se le llama la "formación clásica" de Motörhead.
En 1979 empezarían a tener un relativo éxito, con el álbum Overkill, siendo el single principal la canción con el mismo nombre. La voz de Lemmy es bastante inusual, aunque perfecta para el estilo de heavy metal que tocaban. Poco a poco, más gente se pasaba a dicho estilo, sobre todo en el mercado británico donde la banda Judas Priest estaba arrasando.
La llegada de Motörhead con su speed metal fue todo un impulsor para esta nueva ola que llegaba con fuerza y se quedaría durante varios años. Es por eso mismo que a Kilmister se le considera "uno de los padrinos del metal".
Al año siguiente, vendría el mayor éxito de la banda y de Lemmy. Tanto la canción como el álbum Ace of Spades alcanzaron una gran fama, llegando a la cuarta posición en Reino Unido. Su siguiente álbum, Iron Fist, también fue otro éxito, que les dio la entrada al mercado estadounidense. Ese mismo año fue cuando realizaron el directo de No Sleep 'til Hammersmith, considerado de los más potentes en el metal.
Pero a partir de este punto, el grupo tuvo muchos problemas y empezó a separarse. Lemmy siguió al frente hasta el final, pese a que sus siguientes álbumes no llegaron a cosechar el mismo éxito. Con respecto a sus temas personales, Kilmister tenía claro que llevaba una vida de excesos. Alcohol, tabaco, drogas y strippers, incluso él mismo llegó a confesar que "nadie debe de llevar la vida que he tenido porque no podría sobrevivir".
Finalmente, pudo aguantar hasta los 70 años, que los había cumplido no hace mucho. Pese a su estilo, a su comportamiento y a su forma de ser, Lemmy era querido por muchos de sus amigos y también admirado por otras bandas. El grupo Metallica llegó a tocar en su quincuagésimo aniversario a modo de regalo, donde el propio Lemmy se mostraba agradecido por ello.
Lemmy, you are one of the primary reasons this band exists. We're forever grateful for all of your inspiration. RIP pic.twitter.com/WC1csn5F5x
— Metallica (@Metallica) diciembre 29, 2015
Otros cantantes como Ozzy Osbourne, Henry Rollins, Joan Jett o Dave Grohl han mostrado su aprecio y respeto por Kilmister. Algunos de ellos estuvieron al lado de Motörhead o crecieron junto a la banda, teniéndolos como un referente en el mundo del rock.
Lost one of my best friends, Lemmy, today. He will be sadly missed. He was a warrior and a legend. I will see you on the other side.
— Ozzy Osbourne (@OzzyOsbourne) diciembre 29, 2015
We’ve lost a friend & legend. My heart is broken. RIP Lemmy. Born To Lose, Lived To Win. https://t.co/6KJ4cBCNfH @myMotorhead
— Foo Fighters (@foofighters) diciembre 29, 2015
I'm going to miss this guy more than words can express; Rock n Roll personified. & the embodiment… https://t.co/c1Kv76zv54
— Slash (@Slash) diciembre 29, 2015
Hoy se nos fue uno de los grandes. Ciao #LemmyKilmister DEP #NosVeremosEnUnBar pic.twitter.com/A79pqAJFCH
— Mägo de Oz Oficial (@MagoOficial2014) diciembre 29, 2015
Un aspecto a destacar de Lemmy era su odio a las discográficas y a la industria. No le gustaba nada que le dijeron lo que tenía que tocar y lo que tenía que cambiar para que fuera "mejor vendido". A él le gustaba tocar, le gustaba su estilo. Por eso mismo le encantaba realizar conciertos y giras por todo el mundo.
En el escenario, él sentía que llevaba el control y le invadía un sentimiento de felicidad que no se podía comparar con otra cosa. Decía que ni el matrimonio ni tampoco el sexo se podía comparar con tocar en un concierto. Aquí en España, pudimos escuchar su último concierto en el Resurrection Fest de Viveiro (Lugo), donde Motörhead era cabeza de cartel.
Que Lemmy era muy a su estilo es algo que todo el mundo tenía claro. Pero también era una persona auténtica y que no ocultaba nunca su forma de ser ni tampoco intentaba engañar a nadie. Era él mismo, era su estilo de vida y fue siempre su elección.
Por esto mismo, despedimos a toda una leyenda del heavy metal, y lo hacemos con esta canción de su grupo Motörhead que se titula King of Kings. Su voz y su estilo perdurarán para siempre.
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