lunes, 28 de marzo de 2016

120 Años del Nacimiento del Cine. 1916-1925


David Griffith innovó en las primeras décadas del cine como nadie había hecho. Creó, entre otras cosas, los primeros flashbacks, travellings, desenfoques o panorámicas. Llegó también a utilizar la iluminación con fines dramáticos, algo hasta entonces nunca visto.

Y entonces nació el Star System, una forma de construir las películas en torno a los artistas, algo que hizo que actores y actrices de la talla de Gloria Swanson, Charles Chaplin o Buster Keaton se convirtieran en grandes mitos.

El Slapstick se convirtió en el género más destacado, y es que el cine cómico hacía que la gente se olvidase de sus propios problemas y acudieran en masa al cine. Mack Senté fue uno de los grandes directores de la época, además del descubridor de Chaplin o Harold Lloyd.

Y es que en EEUU el cine tuvo un éxito sin precedentes, más que nada por que llegaban muchos inmigrantes y era una forma de aprender el idioma.

Nueva York era la principal ciudad cinematográfica, pero debido a que Edison denunció a los creadores del cinematógrafo, los costes se encarecieron y algunos directores independientes como Cecil B. de Mille y Mack Senté decidieron buscar nuevas localizaciones más baratas.

Así, se fijaron en un pequeño pueblo de la costa oeste, Hollywood, donde el clima era soleado y los recursos más baratos. Hollywoodland, que así se llamaba antes de que las letras Land cayesen del letrero, se convertiría para siempre en la Meca del Cine.


La década de los años 20 se convirtió en la época dorada del cine mudo americano, creando un lenguaje hasta entonces nunca visto, como en el caso de Griffith.

Pero no sólo en EEUU, también en Europa se creó un cine innovador, y es que a causa de la 1ª Guerra Mundial aumentaron los costes de producción, por lo que en algunos países europeos, las películas marcaron el inicio de un gran periodo con una influencia de estilos marcados siempre desde el expresionismo en el caso de Alemania o el realismo, en el caso de los sóviets.

Sería así el caso de Sergéi Eisenstein, en la antigua Unión Soviética, con El acorazado Potemkin, inventando el montaje de atracciones, que consistía en la mezcla de imágenes impactantes para provocar una respuesta emocional en el espectador.




Alemania se basaría en el expresionismo, dando así prioridad de lo subjetivo a lo real.

Y es que la Bauhaus en la Alemania de Weimar innovó en fotografía y diseño gráfico desde este campo.
Pondrían mucho énfasis en la iluminación (sobretodo en el claroscuro), además, deformaban la realidad.

Un ejemplo es Nosferatu de Murnau o Metrópolis, de Fritz Lang, que acabarían creando escuela en el cine estadounidense con su temática.

Un poco más tarde, también Francia tuvo su gran inicio en el cine. En este caso los autores trabajarían más el impresionismo, apostando así por una puesta en escena y unas técnicas innovadoras.

CT Dreyer era danés pero trabajó mucho en el país galo y se convertiría, gracias a La Pasión de Juana de Arco, en uno de los mejores directores de la historia de Francia, catapultando a Reneé Falconeti a ser nombrada una de las mejores actrices del cine mudo.

Como cada mes, desde Lo Que Faltaba queremos recomendaros un par de películas para que entendáis un poco esta década.

Nuestras recomendaciones, de entre las muchas que haríamos, son El acorazado Potemkin, de Eisenberg, y El Gabinete del Doctor Galigari, de Robert Wiene.


Ninguna de las películas es estadounidense, y es que de eso se trata. Creemos que nuestro cine ha sido discriminado siempre por el gigante de Hollywood, y visionar por donde empezaron es una buena forma de entender todo lo maravilloso que tiene el cine europeo.




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