domingo, 17 de abril de 2016

Crítica de 'Los Odiosos Ocho' (The Hateful Eight)


Estamos ante uno de los últimos trabajos del director Quentin Tarantino. Conocido por su estilo y su forma de ser, que no deja indiferente a nadie. Se podría decir que Los Odiosos Ocho consigue el mismo efecto. Incluso es difícil situarla en un género en concreto. ¿Es un western o un thriller? pues digamos que tiene un poco de todo, lo que la convierte en algo singular.

Es una película que marcará al espectador, para bien o para mal. Muy difícil situarla en un término medio por todo lo que lleva encima. De primeras, si alguien espera ver algo parecido a Malditos Bastardos o Django Desencadenado, pues entonces muy difícil que le guste esta película.

La octava cinta dirigida por Tarantino es más un regreso a sus primeros film's, como Reservoir Dogs o Pulp Fiction. Por tanto, se desmarca totalmente de sus anteriores películas y volvemos a un escenario con un estilo más "tarantino", por así decirlo.

El guión del film es bien sencillo. Vemos una diligencia atravesando las montañas de Wyoming, con una tormenta de nieve. En su interior, está el cazarrecompensas John Ruth junto con una criminal, Daisy Domergue. Viajan al pueblo de Red Rock, donde Ruth la entregará a la justicia.


Pero por el camino, iremos viendo aparecer distintos personajes, que han sido sorprendidos por la tormenta de nieve. Uno de ellos es otro cazarrecompensas, Marquis Warren; y el otro es un renegado del sur, Chris Mannix. Casualidad que este último viaja a Red Rock porque es el nuevo sheriff del pueblo. Al mismo tiempo, nos irán datos para situar la historia de forma cronológica. En este caso, nos situamos unos años después de la famosa Guerra de Secesión de EEUU.

La tormenta cada vez es peor, así que tienen que parar en La Mercería de Minnie. Una cabaña que sirve de parada para los viajeros, donde pueden descansar, comer algo y tomarse un café. Allí les esperarán el resto de personajes del film, cada uno con su historia.

Es aquí donde la película tiene su punto fuerte. Vamos viendo la presentación de cada uno de ellos, en un evento de "desengranaje". No nos cuentan su vida de golpe, sino que la vamos descubriendo, a través de un camino marcado por el director. Cuando estamos subidos en la diligencia y cuando llegamos a La Mercería de Minnie. Es aquí donde descubrimos el motivo del título, Los Odiosos Ocho.

Tarantino rescata un estilo que usó mucho Alfred Hitchcock, además de distintas referencias a otros film's del estilo Cluedo, La Cosa de John Carpenter. De hecho, veremos más de una referencia a esta última película por parte del director. La esencia de los personajes, la tensión que se palpa en el ambiente o el estar atrapados por una tormenta de nieve.


He aquí lo curioso de la película, la mayoría del tiempo transcurre dentro de la cabaña, en un espacio cerrado. Algo muy raro, porque el director quiso usar la cinta de Ultra Panavisión de 70 mm. Esta cinta se usaba más para planos de exteriores en películas del oeste. Como por ejemplo, planos donde se veía la carga de la caballería o la llegada de los indios. Es un poco extraño usar este formato para planos de interiores.

Pero el efecto conseguido es extraordinario. La cabaña parece "mucho más grande" y da un aire como de amplitud, de espacio. Por hacer un símil, podríamos decir que se asemeja a una obra de teatro. Se añade también otro efecto usado en el teatro. El tiempo de película es casi el tiempo real. Las más de dos horas y media que tiene el film es para contarnos lo que ocurre durante una tarde. Esto puede confundir al espectador y es un arma de doble filo.

Personalmente, a mi me da más sensación de realismo, porque es una historia que perfectamente podría suceder. El efecto negativo es que puede producir pesadez si no se lleva bien. Mantener al espectador en vilo no es nada fácil si decides hacerlo de esta manera. Se cae en el error de que la película avanza, pero no sucede nada.

Es uno de los inconvenientes que ha tenido Los Odiosos Ocho. A mucha gente se le ha hecho larga y pesada, justamente por el tema del transcurso en tiempo real. Si luego sumas que el estilo Tarantino no es de tu agrado, pues casi seguro que el film no te gustará. Es su punto más negativo, sin duda, está dirigida a un público muy específico.

En el apartado técnico, la película no tiene rival. La fotografía, los colores y los planos son una delicia, una obra maestra. Todo está muy bien cuidado, al igual que los vestuarios y el decorado de la cabaña. Otro punto fuerte a añadir es su banda sonora de Ennio Morricone, ganador del Óscar por Mejor Banda Sonora. El tema principal es potente, aunque es cierto que no se asemeja a otras partituras de Morricone.


Lo único malo de la banda sonora es que, fuera de la película, deja de funcionar. Se adapta perfectamente a las imágenes, a la historia, a esa gran calidad en la fotografía y en los detalles. Pero fuera de ella, pierde parte de su encanto. Podemos notarlo con la canción de Neve. Con la ausencia de los efectos de nieve, los sonidos de la tormenta, pierde algo de su esencia.  

En las interpretaciones, hay de todo un poco. Los actores más principales hacen un papel muy bueno. Kurt Russell, Samuel L. Jackson y Jennifer Jason Leigh son el trío destacado. Mención especial para la actriz. Su nominación a los Oscars es más que merecida, y es sorprendente que no se llevara el premio. También a destacar Walton Goggins porque es magistral lo que consigue hacer con su personaje.

Para cualquier seguidor del estilo Tarantino o cualquiera que tenga intención de comenzar como director de cine, Los Odiosos Ocho es de visionado obligado. Podrá gustar o no dicho estilo, pero es innegable el sentimiento y devoción que le ha puesto el equipo a este film.

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