La segunda trilogía de Star Wars, a juicio

El estreno de la séptima entrega de la saga cinematográfica de Star Wars es inminente. El despertar de la Fuerza llegará a las pantallas el 18 de diciembre. Uno de los rituales que están llevando a cabo fans de todo el mundo es el de revisionar las películas anteriores, con el fin de llegar a la sala de cine con la información lo más fresca posible y, sobre todo, con muchas ganas.

Respecto a la trilogía original (cronológicamente los episodios IV, V y VI) casi nadie tiene dudas, y sólo hay que poner la cinta y que empiecen los créditos iniciales para que se nos ponga el vello de punta de la emoción. Sin embargo, la nueva trilogía (episodios I, II y III) decepcionó a mucha gente por diversos motivos. Pero ya se han vertido ríos de tinta poniendo a caldo estas películas, por lo que hemos preferido hablar sobre ellas de forma algo más justa. Y pocas cosas hay más justas que un juicio.

Para valorar la nueva trilogía se ofrecerán tres argumentos a favor, por los que estas películas valen la pena, y tres en contra, de aspectos que no nos han convencido ni nos convencerán. Partiendo de todos ellos, terminaremos con un veredicto final.

Que comience el juicio.

Argumentos en contra

1. Jar Jar Binks

Os quejáis de que Disney ha comprado la saga, pero yo estaba desde antes.

Sí, es un cliché, y era muy predecible que el primer argumento en contra de la nueva trilogía iba a ser este... ¿personaje?  Desde el principio, las películas de Star Wars se han caracterizado por dejar cierto lugar para el humor y ofrecer momentos cómicos en mitad de la acción. Las escenas de C-3PO y R2-D2 son un ejemplo de ello. Sin embargo, Jar Jar, lejos de resultar divertido, terminó siendo un personaje estúpido y cargante que protagonizaba gags sin gracia ninguna. Lo bueno es que la presencia de Jar Jar se va reduciendo conforme avanza la nueva trilogía, hasta quedar reducida a un simple cameo en La venganza de los Sith.

2. Diálogos e interpretaciones

La historia de amor en El ataque de los clones.

Uno de los aspectos más denostados por muchos fans es la elección de Hayden Christensen para interpretar al joven Anakin. Sin entrar en si otro actor hubiera sido una opción más adecuada (lo cual es difícil de ver, pero si se os ocurre alguno podéis comentarnos cuál), Christensen no se caracteriza por su expresividad precisamente. Esto es especialmente visible en la segunda entrega, El ataque de los clones, en la que además se incluye una trama de amor adolescente plagada de diálogos absurdos que no le hace ningún favor. Por suerte, en la tercera película puede verse a un Anakin mucho más correcto y con una presencia más imponente. Ewan Mc Gregor como Obi Wan y Natalie Portman como Padmé Amidala son bastante más creíbles. Otro momento que ha desatado las risas de los fans cuando no debería es la muerte de Mace Windu (Samuel L. Jackson). Por internet circulan varios memes en los que el actor pide una muerte digna para su personaje.

3. Los midiclodianos

Anakin tenía una cantidad anormal de estos seres.

Llegamos a un aspecto polémico, ya que, si bien no convenció a la mayoría de seguidores de la saga, hay opiniones discortantes (como Nostalgia Critic justifica en este vídeo) en las que argumentan que es un aspecto innovador y que aporta mitología nueva. La existencia de los midiclorianos altera la explicación de la saga clásica sobre la propia Fuerza. Según la explicación de las películas, los midiclorianos son pequeños seres microscópicos que existen en los seres vivos y que condicionan la capacidad de estos para utilizar la Fuerza. Cuantos más midiclorianos tenga alguien en su organismo, más poder obtendrá de ella. Anakin es un ejemplo de personaje con un nivel muy alto de estos seres, por encima de otros como el maestro Yoda. Sin embargo, a mucha gente le sobró esta explicación biológica de la Fuerza, y prefiere la abstracción que tenía este poder en la saga clásica. EL propio J.J. Abrams ha confirmado que no habrá midiclodianos en El despertar de la Fuerza.

Argumentos a favor

1. La banda sonora

Mi superpoder es convertir la música en magia.

¿Qué decir de John Williams? Decir que es uno de los compositores más míticos de bandas sonoras de cine contemporáneo se queda corto. Películas como Indiana Jones, la mayoría de Steven Spielberg, Harry Potter y cómo no, toda la saga de Star Wars llevan su partitura. La música en el cine cuenta mucho más de lo que se cree. Tiene, además de la función ambiental que percibimos, una función narrativa. Es capaz de crear ambientes, describir personajes, hacernos reír, llorar o pasar miedo. Williams consigue dar una esencia a la saga de Star Wars que se mantiene en todas las películas gracias a la música. Y que ciertas escenas de la nueva trilogía nos dejen sin palabras es, en buena parte, cosa suya.

2. La acción

Una pelea en la lava, ¿que puede salir mal?

Hay un cambio visible entre las peleas de la trilogía clásica y las de las precuelas. Mientras que las originales se basan en la esgrima, con toda la elegancia que eso supone, la nueva trilogía optó por un cambio en el estilo. Son frecuentes en ella las acrobacias imposibles, y que participen más de dos combatientes por enfrentamiento. Que se prefiera la sobriedad de las primeras o el frenetismo de las segundas es, por supuesto, una cuestión personal.

Sin embargo, lo que es innegable es que el paso del tiempo ha sentado bien a la saga. El nivel de espectacularidad de peleas, batallas y persecuciones se ha visto incrementado por los efectos especiales, en general. En cambio, la trilogía original ha envejecido francamente bien, mientras que secuencias como la carrera de vainas de La amenaza fantasma han salido perdiendo con los años. Los paisajes, la mayoría de ellos recreados en CGI, nos permiten hacernos una idea de la geografía de los distintos lugares.

George Lucas comentó en entrevistas que tenía pensada la idea de las precuelas desde hace muchos años, pero que prefirió esperarse a disponer de una tecnología más avanzada.

3. El origen de Darth Vader

Esta escena vale la pena.

Si hay alguna justificación por la que valió la pena la segunda trilogía fue para revelar el origen del emblemático villano de la saga original. Los fans se quedaron con ganas de saber qué historia había detrás del "yo soy tu padre", y qué había ocurrido para que alguien como Anakin se terminara convirtiendo en el temible Sith Darth Vader. Por tanto, no se puede negar que la evolución del personaje es uno de los puntos fuertes de las precuelas. Del inocente niño de La amenaza fantasma, pasando por la rebeldía adolescente en El ataque de los clones y ese joven que se ve tentado por el mal en La venganza de los Sith. Es el desarrollo de la historia el que hace avanzar al personaje a su destino, condicionado en buena parte por personajes como Obi Wan y sobre todo el Emperador. Por tanto, se puede decir que esta trilogía sirve para dar contexto y sentido a lo que ocurre en las películas clásicas. Y esa función sí que la cumple con creces.

El veredicto

Las precuelas han sido muy criticadas por diversos aspectos. Algunos más merecidos, otros menos. Pero decir que no tienen cosas buenas sería mirarlas con prejuicios, cegados por la nostalgia de la trilogía clásica (no olvidemos su entrega más floja, el episodio VI). A las precuelas les ocurre justo lo contrario, les cuesta llegar a un punto interesante, pero en el episodio III se puede ver un salto de calidad. Para concluir, ¿merece la pena revisionarlas? Sí, viéndolas de nuevo se descubren aspectos que antes nos gustaban y ahora no, o cosas que criticamos y ahora sí nos gustan. Y de cara al estreno vamos a tener más ganas si vemos la saga completa. 

Así, sin más dilación y ante las pruebas presentadas, se declara a la nueva trilogía...