viernes, 22 de enero de 2016

Crítica de 'Star Wars VII: El Despertar de la Fuerza'

Es una de las películas más esperadas del año, y al mismo tiempo, la que más hype ha conseguido crear, gracias a toda la campaña de marketing que ha realizado Disney para venderla. Durante meses, hemos sido bombardeados con imágenes, con varios trailers, especulaciones, rumores, etc.


Ahora todo se desvela, ha llegado el momento de hablar sobre el episodio VII, la continuación de una saga que es mítica en el mundo del cine. Una tercera trilogía para "completar el círculo", como diría Darth Vader.

Antes de empezar con nuestra crítica, advertimos a los lectores que casi con seguridad, contendrá algunos spoilers. Intentaremos al principio, dar una visión general sin soltar ningún dato importante, pero a partir de cierto punto, ya tendremos que entrar en materia con la película. Es por ello que recomendamos que lo leáis una vez ya la hayáis visto.

¿Está justificado todo el hype que se ha creado en torno a la película? En parte, sí. Realmente, en líneas generales, la película está a la altura de lo que se pide o uno espera. El problema es que se ha vendido tanto y de tal cantidad, que quizás la gente espere un poco más sobre el film. Su propia venta puede ser también su "lado oscuro".

Pero si dejamos eso a un lado, si vamos con la mente abierta, dispuestos a visionar una aventura espacial, con nuevos personajes, viejos reencuentros y con mucha nostalgia, entonces El Despertar de la Fuerza nos encantará. A los que le gustaron la primera trilogía, verán muchas referencias, verán que todo está muy conectado al pasado. Es aquí donde reside el mayor logro de Abrams, que hizo lo mismo con la saga de Star Trek.

Bien, si habéis leído hasta aquí, perfecto. Podéis dejarlo si todavía no la habéis visto porque ahora entramos de lleno con el episodio VII, y volvemos a advertir, que de va a tener varios spoilers.


Pongamos la "velocidad de la luz" y viajemos hasta un mundo de arena que... no, no es Tatooine, pero se le parece mucho. Nos ponemos en situación: Luke Skywalker ha desaparecido. Es como una bomba que te sueltan, el que había acabado con el Emperador y el Imperio Galáctico ya no está. Se ha ido al exilio, y por supuesto, sus amigos le están buscando.

Aprovechando la ausencia de Luke, ha surgido lo que se conoce como la Primera Orden. Los pocos restos que quedaron del Imperio, que ahora han regresado con más fuerza y ponen en peligro toda la galaxia. Al mando de los nuevos stormtroopers se encuentra un Sith llamado Kylo Ren. Intenta ser un un nuevo Vader, pero claro, eso son palabras mayores.

Además, el chico no parece que domine del todo el entrenamiento de la Fuerza. Lo podemos notar en los primeros momentos iniciales, como si fuera más bien un aprendiz. Más tarde, se nos revela su identidad, que estaba más que claro que iba a tener una conexión con Luke o con Han Solo. Bueno, en este caso, con los dos.

Fue aprendiz de Luke, en la Academia Jedi que este último volvió a crear, pero algo salió mal. Ren es el hijo de Han y Leia, pero se ha pasado al Lado Oscuro. No se sabe bien cómo ni cuando, pero está claro que se rebeló y destruyó la Academia. Por supuesto, Luke se siente responsable de ello, y de ahí que haya tomado la opción del exilio.

Presentado ya al antagonista, vamos a presentar al héroe, o mejor dicho, heroína. No, el héroe no es Finn, el soldado de la Primera Orden. En este caso es Rey, una chica que vive recogiendo chatarra en el planeta este de arena que no es Tatooine, pero parece Tatooine. Sí, realmente tenemos muchas referencias al episodio IV.

En este planeta, casualidad, también tenemos un androide con unos planos muy valiosos para la Alianza Rebelde. El nuevo BB-8 no tendrá grabado la frase de "ayúdame Obi-Wan Kenobi, eres el único Kenobe", pero el robotito tiene un carisma que puede rivalizar con el de R2-D2. Para muestra, el "juguetito" que ha sacado Disney, gracias a la empresa Sphere. Después de ver la película, querréis tener uno, fijo.


El caso es que volvemos a tener la misma fórmula que en la trilogía clásica. Finn y Rey se encuentran, cogen a BB-8 y se marchan de allí con una "chatarra espacial". Muy buena la presentación del Halcón Milenario, otro acierto, al igual que la entrada de Han y Chewie.

Seguimos con referencias al pasado, como la cantina de Maz Kanata donde entra el grupo. Si os suena mucho el lugar es porque tiene muchas semejanzas con el de Mos Eisley. Más adelante, veremos uno de los reencuentros más emotivos, el de Han y Leia.

Es un punto a remarcar, la química que existe entre estos dos actores y personajes. Totalmente alejada de lo que vimos con Anakin y Padme. Se distancia por completo de lo que fue aquella relación y nos saca algunas carcajadas con ese humor "tan sinvergüenza" que tiene Solo.

Pero pese a este reencuentro, llega un momento en que la película se ralentiza. Quizás sea porque tiene un comienzo brutal. El principio es lo mejor, pero una vez que suben al Halcón, parece que todo se calma.

De las cosas más criticadas del film es esto, es la repetición de cosas que ya hemos visto. Yo no lo niego, Abrams ha apostado por la misma fórmula y no ha querido arriesgarse a mostrar algo nuevo. De hecho, hasta las dos escenas así más importantes e impactantes del film (el puente con Kylo y el final del todo) son también referencias a los episodios IV y V.

Pero al mismo tiempo, a mi me parece un acierto. Es lo que esperaba de Star Wars, es lo que esperaba con esta nueva trilogía. Un nuevo "relanzamiento" pero que se aleja de todo lo que era la segunda trilogía. Me parece más que correcto, más todavía con todas las críticas que se llevaron los episodios I, II y III.

También, algo que me gustó mucho es la pelea con espadas. Mucho más real, mucho más parecido a las originales, a los combates que tenían Vader y Luke. Es cierto que también son aprendices, todavía no han completado su entrenamiento, pero esa forma de combate es la más adecuada, a mi opinión personal. En los torneos de Softcombat o en el juego de Jugger, podrás ver combates de este tipo.

Para terminar, mencionar la banda sonora, que si bien Williams usa las mismas partituras de la trilogía clásica, hay un tema en especial que destaca. De las nuevas canciones, no hay muchas que merezcan la pena. No tenemos un 'Duel of Fates' o una 'Marcha Imperial' que nos haga temer la llegada de la Primera Orden.

Sin embargo, sí que hay un tema que nos transporta a lo que significa este episodio VII. El 'Rey's Theme' es justo lo que le hacía falta a esta película. Una nueva pieza, una nueva heroína, una nueva aventura que está a punto de comenzar. De hecho, esta canción podría incluso salir en la serie de animación Avatar, que se ha comparado mucho con esta película.


¿Es mejorable este episodio VII? Pues sí, tiene sus fallos, tiene incluso alguno bastante gordo (ejemplo, cuando se despierta R2-D2) pero ofrece sus respetos a la trilogía clásica. Hace referencias a ella, casi como si fuera un homenaje, para luego dar paso a una aventura nueva y distinta.

Lo más lógico es que Abrams arriesgue mucho más en el episodio VIII y empiece a mostrarnos nuevas situaciones. Esta ha sido más bien eso, una reverencia al pasado, a la nostalgia. Pero es lo que esperaba de 'Star Wars', es lo que quería, el volver durante un par de horas hacia el pasado.

Increíble fanart de Dandon Fuga



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